Castillos en el aire

jueves, 16 de agosto de 2012
Otro de mis problemas es ilusionarme muy rápido. Cuando aparece alguna opción que me gusta (en el ámbito que sea) me adelanto y me entusiasmo pensando en todo lo que haría y podría pasar si aquella opción resultara. ¿Exceso de optimismo o insuficiencia de madurez y realismo? Lucho conmigo misma para no pasarme películas (y ojo que es literal!), tratando de poner los pies en la tierra y convencerme de que "aún no ocurre, puede que nunca ocurra... take it easy...". Y me cuesta. Harto.

Y me volvió a pasar, pero no tan fuerte como hace un tiempo. Creo que estuve siempre tan concentrada en que esta oferta laboral era una posibilidad y no una certeza que me ahorré el porrazo desde las nubes hasta el piso, y fue sólo como una especie de rasmilladura en las rodillas no más. Era difícil no pensar en qué me iba a gastar el nuevo sueldo! Jajaja... Pero bueno, creo que me hacía falta la cuota de realidad, la sensación de que en algunas cosas la vida es como es, y no como uno quiere que sea.

Así que nada, me limpiaré de esas ondas negativas/tristes y pensaré sólo en tonos rosa, agradables, tibios y positivos, para que mi vida se inunde de colores cálidos y atraiga cosas más lindas. =)