Creo que estas últimas semanas han sido del terror. He tratado de no maldecir al destino, no increpar a Dios y tratar de aceptar la vida. No me ha resultado mucho...
Por otro lado me siento como Gandalf, cuando va a ver a Théoden y Gríma le dice "Malas nuevas te nombro". Me siento como la portadora de malas noticias... y a la vez creyéndome Margaret Hale tomando la responsabilidad de decir esas cosas que a nadie le gusta comunicar.
Quién te prepara para ser delicado y decirle a una persona que no hay cura para su enfermedad? Cómo es posible ser asertivo cuando tienes que avisarle a una amiga sobre la muerte de su pareja?
Tengo la teoría de que la vida nos pone pruebas duras para que podamos aprender y prepararnos, no porque nos va a compensar con cosas lindas y buenas, sino porque nos tiene preparadas cosas aún peores de las que estamos viviendo. Me preocupa pensar que si esto ya es difícil, qué es lo que se me viene después... :(
A veces me gusta pensar que de verdad todo esto es una pesadilla y que quizá voy a despertar y respiraré aliviada de que todo no fue más que un mal sueño. Pero los días pasan y sigo sin despertar...
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