De la sensibilidad del chileno

miércoles, 4 de enero de 2012
Ok, yo también pertenezco a la generación del "menor esfuerzo", pero he ido trabajando este punto y dándome cuenta que el trabajo y la perseverancia son los componentes que te hacen posible llegar a tus metas.

Sin embargo hay situaciones que no dejan de sorprenderme: El horario de entrada en mi empresa es a las 8:30, tengo ejecutivos que llegan a las 8:45 e incluso minutos antes de las 9:00 y ¡ni siquiera tienen la decencia o mínimo respeto de darme una explicación de su atraso! Es más, la patudez llega al punto que dejan sus pertenencias y aún estando atrasados se van a preparar un café y comienzan a tomar desayuno. O sea ¡IN-CRE-I-BLE! Y más encima se ofenden si les llamo la atención por el atraso, y peor, se sienten atacados si les digo que deben recuperar esos minutos yéndose más tarde. Y todo hay que hacerlo con la mejor sonrisa y con cara de tía de párvulos porque sino te denuncian por ser inflexible y/o por acoso laboral.

¿Quién me explica? Mi jefe no necesita decirme que a las 8:30 debo estar en mi escritorio trabajando... Si quiero comer un yogurt me lo compro antes de llegar, no después. Ni tampoco me pongo a dar vueltas ni a conversar 20 minutos antes de la salida sólo para ponerme a hacer hora hasta que "suene el timbre". Entonces, ¿cómo es posible que tenga que estar diciéndole a alguien grande -hablemos de personas con promedio de 32 años de edad- que no debe llegar tarde todos los días, y que no debe estar leyendo el diario en horarios de trabajo pues se supone que en ese espacio debe llamar clientes? Hay días que de verdad quedo chata, y soprendida de la flojera y patudez de la gente. Ventas es un rubro difícil, tienes que ponerle el hombro todos los días y hay personas que parecen pensar que basta con sentarse frente al pc para que aparezcan clientes deseosos de comprar.

Sigo indignada. Y lo peor es que se trata no sólo de mi gente, sino de una cultura país. Qué terrible!

Ahora, pensamientos más felices: FELIZ 2012!!!!!!!!!!!! =)