Humillaciones médicas y amigos cometas

lunes, 11 de marzo de 2013
Comienzo el post escuchando "Do you want to know a secret" de los Beatles (me bajé la discografía completa y la disfruto a concho).

La primera parte a comentar consiste en esos "bochornos" o "humillaciones" médicas. A quién no le ha pasado? Después de haber estado tres veces en un quirófano uno pierde un poco el pudor y no se extraña cuando le tratan como a un pedazo de carne sobre la tabla de cortar (literalmente la sensación es ésa), pero la primera vez nunca se olvida. Una toda tímida trata de taparse como puede con la bata y lo primero que hace el enfermero es desatarla y aplicar las gomitas con electrodos por el cuerpo tirando "una presa" para allá o para acá según necesite. Qué planchita!!!

Aún así, hoy me sentí un poco humillada cuando fui al nutriólogo, me subí a la balanza y mientras medía mi altura empezó a tantearme los brazos, dorso, cintura, abdomen y caderas con una expresión grave, para terminar diciendo "Mucha grasa aquí".  Después de ese comentario, quién le va a discutir el listado con alimentos que se pueden o no comer?

Pasando a los amigos cometa: Son este tipo de amigos que alguna vez entran en nuestra vida, pero por distintas circunstancias nunca permanecen muy cerca nuestro, aún cuando emiten una linda luz uno suele observarla bien de lejos, hasta que ocurre el día en que el cometa vuelve a coincidir con uno. Qué extraño guardarle tanto cariño y aprecio a alguien que vemos cada uno o dos años! Sin embargo existe, y está allí sonriendo y bañándonos de luz cuando ocurre el reencuentro. Qué lindo! Pronto me veré con un amigo a quien lo siento un poco cometa, pero qué importa si cuando uno se reúne pareciera que no ha pasado el tiempo?

Hay gente linda que aparece en nuestras vidas, y aún cuando no estén permanentemente en ella vale la pena intentar encontrarse con ellas de vez en cuando :)

Las quejas

miércoles, 6 de marzo de 2013
Escribo el post mientras de fondo Rocío Durcal canta "la gata bajo la lluvia" (me tomo un par de segundos para entender la metáfora.... no lo logré, sigamos). Desde ayer me dio por escuchar de nuevo música añeja, pero de la buena ;)

Las quejas. Gran tema! Confieso que tengo la molesta tendencia a ser inconformista y pensar que el mundo debe funcionar como yo creo que debe hacerlo, lo cual es una boludez, estamos claros. Esta propensión a la crítica, y por qué no también, al cuestionamiento de todo, si bien se ha matizado con el paso de los años es una cosa interna que permanece, que es molesto para el resto cuando lo percibe (he trabajado harto como para "pasar piola" olímpicamente) y dañino para mí.

Como dijo Bill Gates (y harta gente antes que él) "La vida no es justa" y es la triste verdad (eh! ahí va una queja encubierta, vieron?), y es por ese mismo motivo que uno en vez de criticar debería ser agradecido cuando suceden cosas buenas. Y cuando suceden otras que no lo son tanto es bueno recordar que podría ser mucho peor, y eso es innegable.

Ahora bien, ¿cuál es el problema con las quejas? El inconformismo. Porque finalmente el cerebro se acostumbra a pensar que las cosas deberían ser de otra manera sólo porque uno lo cree, y entonces ya nunca estás contento por nada (o dura muy poco rato), lo cual impide disfrutar realmente de lo que uno tiene y en el fondo, impide ser feliz. Por otra parte el hecho de ser constantemente crítico genera una evasión de las propias responsabilidades en los sucesos que nos ocurren, porque finalmente la culpa es del resto (Dios, la empresa, los amigos, el cosmos, etc) y realmente no corregimos las conductas que podrían ayudarnos a obtener el resultado que efectivamente queremos.

Estoy en el proceso de concientización para frenar el mecanismo del inconformismo. Qué heavy, cuesta darse cuenta antes de incluso pensar en la queja! (vamos, que acabo de quejarme otra vez... jaja). Pero bueno, la práctica hace al maestro :)