Otro de mis problemas es ilusionarme muy rápido. Cuando aparece alguna opción que me gusta (en el ámbito que sea) me adelanto y me entusiasmo pensando en todo lo que haría y podría pasar si aquella opción resultara. ¿Exceso de optimismo o insuficiencia de madurez y realismo? Lucho conmigo misma para no pasarme películas (y ojo que es literal!), tratando de poner los pies en la tierra y convencerme de que "aún no ocurre, puede que nunca ocurra... take it easy...". Y me cuesta. Harto.
Y me volvió a pasar, pero no tan fuerte como hace un tiempo. Creo que estuve siempre tan concentrada en que esta oferta laboral era una posibilidad y no una certeza que me ahorré el porrazo desde las nubes hasta el piso, y fue sólo como una especie de rasmilladura en las rodillas no más. Era difícil no pensar en qué me iba a gastar el nuevo sueldo! Jajaja... Pero bueno, creo que me hacía falta la cuota de realidad, la sensación de que en algunas cosas la vida es como es, y no como uno quiere que sea.
Así que nada, me limpiaré de esas ondas negativas/tristes y pensaré sólo en tonos rosa, agradables, tibios y positivos, para que mi vida se inunde de colores cálidos y atraiga cosas más lindas. =)
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