Del amor a la cueca urbana (y mi buena suerte)

viernes, 12 de julio de 2013
Hoy quiero hablar de la cueca y lo mucho que me encanta :) Me pasa que cuando escucho una de estas cuecas se me tensan los músculos y se me hincha el pecho, y automáticamente mis manos golpean alguna superficie cercana al compás de la música. Es como si sintiera la magia de la música dentro de mí. Es GENIAL.

El lunes terminé la U y como ahora tengo tiempo libre en la semana decidí empezar a ocuparlo haciendo cosas que me gustan como bailar. Es así como el próximo lunes comienzo mis clases de salsa, y decidí que los jueves comenzaría a asistir al Taller Los Señores del Pañuelo en el Bar Victoria.

Ayer jueves en un minuto dudé si ir directo a acostarme calientita a mi cama o ir al taller... pero la cueca fue más fuerte. Por suerte!!! Porque tuve una suerte espectacular: Resulta que el profe que dicta el taller, Jaime Torrejón, es una eminencia en cueca brava, lleva más de 10 años enseñando este baile y vivió el resurgir de la cueca urbana, el despertar del Huaso Enrique y tuvo la suerte de conocer y compartir con Nano Núñez, fundador de Los Chileneros, quienes le dieron el título de "brava" a este estilo debido a que representaba la música, vivencia y expresión de los barrios bravos de Santiago.

Curiosamente el profe se acordaba de mi nombre (lo vio entre los amigos del Taller en facebook)  puesto que su mamá se llama igual. Así que comenzó a enseñarme sobre la historia de la cueca, anécdotas y millones de historias asociadas a nuestro baile, pues dice que uno debe saber de qué se trata lo que está bailando (toda la razón). Fue una clase magistral.

Entre la conversación le comenté que en general no iba nunca al Bar Victoria porque me quedaba muy lejos de mi casa, así que en general era más asidua al Huaso Enrique. Luego de verme bailar me hizo varias correcciones y me enseño la diferencia entre la media luna enfrentada, encontrada y paralela (seco él!) y me hizo practicar hasta que me resultaran bien. Luego me dijo que necesitaba más actitud, puesto que la cueca urbana la bailaba cualquiera pero la cueca brava no, así que tuve que practicar varias cuecas para ir puliendo la bravura. Para mi sorpresa él iba después del taller al Huaso Enrique y me dijo que quería que viera a una persona para que aprendiera de actitud: así que me invitó al mítico restaurant a ver su amiga para que fuera aprendiendo. Y fui, pos!

Ahí estaba yo, en "la mesa del desorden" entre puros cuequeros bacanes y tremendos exponentes de nuestro baile nacional! Me sentía como en la alfombra roja! :D Fue maravilloso... Y cuando me dijeron "el próximo jueves va a venir, verdad?" yo respondí "Pero obvio!!! Esto no me lo pierdo más!". Así que ahora mis jueves son de cueca. Consagrados a la chilena :)

2 opinólogos:

elalcaravan dijo...

genial!!, a mi también me gusta la cueca y también la cueca braba, claro que no bailo sino que las toco en guitarra o acordeón, en el grupo folklórico de mi pega soy el acordeonista del grupo, claro que tocamos cueca urvana. Pero la braba también me gusta, que te vaya bien en el curso

Sémola dijo...

yo siempre pensé que era wá de bailar cura'o pa' bailar bien.