Así no más es la cosa,
me aburrí de él. Más que todo
terminaba siendo una carga para mí, pues sentía la obligación o responsabilidad de no dejarlo de lado, de tra
tar de estar pendiente de él aunque no tuviera tiempo... Por eso me salí de Facebook.
De los 37 "
amigos" que tenía, realmente uno es al que puedo llamar amigo
(de esos que uno cuenta con los dedos de una mano y le sobran) y hay 1 persona a quien considero muy cercana. También

estaban 5 personas que sin ser amigos considero gente muy interesante y con quienes es rico mantener un contacto. A todos ellos los tengo en el msn, o leo sus blogs, o de algunos tengo sus teléfonos y cuando quiero hablar los llamo... Y el resto, es decir, 30 personas, son conocidos, ex-compañeros de trabajo, ex-compañeros de curso, y ex-varios. No subo nunca fotos y con suerte entro y cambio el "
estado", y cuando tengo tiempo me pongo a hacer test's, que es lo más entretenido que tiene facebook según yo. Así pues, decidí descontaminar el ciberespacio y dejar de enviar 15 invitaciones para poder conocer el resultado de los test que hago... Más encima como tengo un nombre poco común es muy fácil encontrarme, y hay personas que definitivamente no tengo ningún interés en que me encuentren.
Por otra parte, ayer cuando salí a tomar aire (no alcancé a almorzar y necesitaba salir al menos unos minutos de la oficina) estaba a punto de tomar mi celular porque tenía ganas de hablar con alguien y al final no supe a quién llamar. Entonces pensé "¿y para qué tanto amigo y tanto contacto?". Cada vez estamos más virtualizados y menos personalizados...
¿Me habré tomado muy a pecho esto de ser más selectiva con mis amistades? O quizá se me pasó un poco la mano y ando bordeando el autismo... ¿Será el stress que me puso tan densa? Mmm...
Por lo pronto el blog seguirá vivo. Así que a usted, señor lector, gracias por pasar y recuerde que seguimos en contacto por blog, mail o msn :)