Ayer tenía una invitación a un megacumpleaños, de esos que uno espera que lo inviten y sabe que será un carrete comentado por largo rato. Así que para hacer hora me fui con dos compañeros de la pega a un bar a conversar un ratito.
Llegó el minuto en que miré mi reloj y pensé "creo que es hora de irme, sino no llegaré" y pedí otro trago. Quizá sea que me dio flojera darme el tremendo pique para ir a un cumple en que, aunque muy bacán, conocía a dos o tres personas, y opté por quedarme con buena compañía hablando de papiroflexia, rubric, juegos de rol y hasta matemáticas marcianas (al menos para mí). La compañía fue demasiado agradable, y me di cuenta que puedo pasarlo regio aunque no haya bailado más que con los dedos sobre la mesa.
Dentro de la conversación me preguntaron "entonces, cuál sería tu hombre perfecto?" y luego de desechar una lista interminable de condiciones y cualidades respondí "el que me quiera como soy". Heavy... no es menor aceptar y querer a alguien tal como es, no es lo mismo que aguantarlo. Yo misma tengo serios problemas para aceptar a la gente con su forma de ser y lucho contra el deseo constante de cambiarlos para que sean como yo quiero que sean... supongo que por eso valoro demasiado que alguien pueda quererme realmente, con mi manojo de virtudes y mi lista de defectos.
De postre una linda canción, que le da nombre al post y calza perfecto con el contenido del párrafo anterior.
0 opinólogos:
Publicar un comentario