Los puentes de Madison

martes, 21 de junio de 2016
Hace años que venía escuchando sobre esta película, pero acostumbro a no ver películas que de antemano sé que son tristes o que me harán llorar. Mi teoría es que es la vida tiene suficiente tristeza en sí misma como para querer meterse historias tristes adicionales… por eso creo que prefiero las comedias románticas.


ADVERTENCIA: Si usted no la ha visto y no quiere spoiler no siga leyendo, porque no puedo hacer el post sin comentar sobre la historia.

Pues bien, con una grata compañía vi la famosa película. Obvio que lloré (pero traté de ser digna y dejar que las lágrimas corrieran piola para no hacer tanto el loco).

La frase “esta clase de certeza solo se presenta una vez en la vida” me quedó dando vueltas. ¿Cómo saber cuándo se tiene esa certeza? ¿Pasa también en la vida, así como en los libros y películas? Quizá sucede como en Los puentes de Madison y sólo con el correr de las horas dos almas se encuentran, se aman y permanecen unidas la una a la otra por toda la vida. O puede ser que la historia comience mal como en Orgullo y Prejuicio o en Norte y Sur, pero con el correr del tiempo los protagonistas van compartiendo y conociéndose hasta darse cuenta que realmente se aman, y deciden jugarse por estar juntos. También podría funcionar como en Sensatez y Sentimiento, con una Marianne enamorada locamente del “hombre perfecto”, que rompe su corazón y luego encuentra el amor que siempre estuvo a su lado en la figura de un hombre mucho mayor que ella, pero que finalmente sabe cómo conquistarla.

¿Existe una fórmula? ¿Son todas posibles o simplemente son fantasías de cabecitas más locas que la mía? Quizá en la realidad no pasa… no existe… y qué triste sería! Yo quiero conocer esa certeza, quiero vivir ese amor incondicional, pleno y en felicidad, y a veces me siento un poco tonta por albergar la esperanza (a esta edad) de que realmente pueda vivirlo. Pero hoy es uno de esos días en que no puedo conformarme… o no quiero hacerlo.

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