Auto-carrete

No es que este carrete lo haya organizado sola y haya estado sola. Les cuento qué pasó:
Ayer, como cada mes, quedamos de juntarnos un grupito de amigas (4 solamente, porque la Bruja chueca no llegó :P), así que nos reunimos las 3 primeras y nos fuimos en auto a la casa de la 4ta integrande, que más encima vive en Maipú, más allá de donde el diablo perdió el poncho.

El punto es que antes de salir le decimos a la Monga-organizadora "llama a la Adri, para que no haya dramas cuando lleguemos a su casa", y no quiso porque según ella ya tenía todo coordinado. OBVIAMENTE cuando llegamos a su casa no estaba. Eran las 21.30 y nosotras estábamos con todas las compras en la maleta del auto y sin casa donde hacer el carrete. Total que la llamamos y la perla estaba en el centro, recién de camino a su casa.

Y bueno... a esa hora y luego de un arduo día laboral uno ya tiene hambre y sed, así que cara dura dentro del auto, abrimos el pisco sour y las papas fritas y vamos conversando, tomando y comiendo. No voy a revelar aquí las sórdidas historias que escuché anoche de boca de una amiga, y prefiero creer que todo fue producto del pisco sour. La hora seguía pasando, y los vecinos ya nos miraban con caras raras (no es habital un grupo dentro de un auto tomando de la botella, no?) y ahí, con lo poco de conciencia que nos quedaba, vimos la hora y decidimos irnos, y justo llega la dueña de casa!

Obviamente luego de reprimir las ganas de asesinarla, entramos a la casa y el carrete continuó de forma normal. Un extraño carrete, pero pucha que lo pasé bien!