La encuestadora

Dicen que dios castiga pero no a palos, y creo que es verdad. El año pasado con mi hermana chica tanto nos burlamos y nos reímos por "el encuestador" del Club de la Comedia que cuando en diciembre empezó a buscar trabajo para vacaciones adivinen qué pasó: encontró pega de encuestadora.

Primero andaba hinchando con preguntas de la autopista central. Luego empezó con los juegos de azar. Había veces que yo la veía escribiendo hojas y ordenando papeles y me decía a mí misma "qué responsable se está volviendo la Laurita, tan trabajadora que se puso" y me sentía toda ogullosa. Hasta que un día ella estaba en el comedor con sus papeles y me dice :

Laura: Viti, ayúdame... qué juegos de azar conoces tú?

Yo: Mmm... Loto, Kino... (ella anotaba)

Laura: Cuál juegas tú?

Yo: Es que yo no juego ninguno... (anotaba otra vez)

Laura: Y por qué prefieres jugar uno u otro?

Yo: Pero si no juego te dije!

Laura: No importa! inventa!

Yo: ¿¿¿¿¿¿QUE???????

Laura: Entonces, lo prefieres por el monto de los pozos, la facilidad de jugar, por.... blablabla...

O sea, super chanta!!! Y esto lo volví a comprobar la semana pasada cuando me empezó a pedir prestados mis amigos para poder hacerles la encuesta (aprovecho de darle las gracias a los que me ayudaron) y vamos llamándolos a sus celulares para que la perla completara su cuota diaria de encuestas! Lo más importante es que antes de colgar yo debía recordarles "y si te llegan a llamar -porque corroboran que los datos sean reales- diles que la encuesta fue presencial con una chica jovencita que te hizo las preguntas". Más encima mi hermana les hacía sólo las preguntas más importantes y el resto lo imaginaba! Inventó parientes, profesiones, edades, preferencias... pppfff... trucho total.

Por tanto, al menos yo, no confío nunca más en las encuestas!!