Adolorida

martes, 26 de julio de 2011
Hoy me dieron el alta en la clínica debido a una cirugía para extirpar mi vesícula. Como resultado: tengo un parche en la mano (donde me conectaron el suero), cuatro parches en el abdomen (por donde me hicieron la laparoscópica) y una vesícula y dos cálculos menos.

Aún me siento un poco adolorida pero esta vez fue una intervención mucho más simple que la del año pasado. La lata que me da es tener que estar en casa, tranquila y comiendo sanito... En realidad lo de la comida no me complica, pero estar tranquila? Uy dios... sobretodo ahora que ha terminado el semestre y mis compañeritos se reunirán este viernes a celebrar. Puedo carretear sin comer ni tomar, pero sin bailar? Ni un brillo :(

Es loca la experiencia: me sentía como en las películas, cuando vas solamente mirando el techo y la cara del que empuja la camilla. Luego la sala de espera y en seguida al pabellón: blanco, lleno de luces y máquinas -cada cual con su diferente ruidito- hasta que se acercan a pincharte la mano para las intravenosas (eso duele), te pegan los electrodos en el pecho y la anestecista te menciona que la máscara sólo contiene oxígeno. Uno se marea un poco y da sueño, mucho sueño. Y luego ya despiertas nuevamente en la salita de espera, donde se aseguran que estás consciente y te envían a la habitación.

Dormí la mayor parte del tiempo y apenas me vi interrumpida por las enfermeras haciendo los controles de rigor cada 3 horas. Y aún cuando le agradezco mucho a mi hermanita por acompañarme confieso que la última visita me dejó feliz... :)

En fin... ya veremos cómo me siento el viernes, en una de esas estoy en condiciones de celebrar igual ;)

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