La teoría del remache

miércoles, 19 de junio de 2013
Creo en que la creatividad no tiene horarios especiales, y con esta convicción el sábado pasado cerca de las 4am abrí mi notebook y me puse a escribir sobre el análisis que hice de un par de situaciones (personas) y que bauticé como mi teoría del remache

A saber: El remache en el tenis es un golpe finiquitador. Dicho lo anterior debo comentar que tengo una tendencia un tanto ridícula a tratar de confiar en la gente y otorgar nuevas oportunidades sin que esté convencida que se la merezcan. Si bien puedo decir que he mejorado este aspecto durante los últimos años aún me cuesta "sacarle la foto" a la gente, y aún a veces cuando las cosas son obvias me digo "¿no estaré prejuzgando?" o "¿no será que son sólo ideas mías?". Luego también me recuerdo que mi talento intuitivo salió fallado y por eso prefiero no guiarme por él, aún cuando existan señales absolutamente notorias y racionales que me llevan a no confiar; pero finalmente mi tendencia se impone y es así como caigo otra vez: nuevamente le doy la oportunidad a alguien o vuelvo a confiar en una persona en quien evidentemente no debería hacerlo. Hay cosas tan obvias en que sólo falta "la raya pa' la suma" y yo ni siquiera con eso caigo, sino que necesito del remache. Y aquí viene mi teoría: El remache corresponde a esas oportunidades en que no deberías dar más, el llamado que no deberías hacer o el mensaje que no deberías responder (un poco a lo "like a friend" de Pulp). Por qué? Porque con eso uno termina de convencerse en que cuando dudó en "remachar" era por algo, y ese algo es una señal gigante y luminosa que decía "NO LO HAGAS" y uno se da cuenta que ha sido un imbécil, porque si antes tenía dudas sobre una persona ahora tiene la certeza de que aquella no vale la pena (eso que uno siempre en el fondo supo pero que nunca lo quiso aceptar)

El problema del remache es que es un proceso doloroso, ya que uno se recrimina no haber sido más vivito, de haber perdido el tiempo y energía con una persona que simplemente no lo merecía. Y lo peor es que si uno ya veía al sujeto por el piso con el remache uno lo terminando dejando en el subterráneo, ya que se aplica y confirma la frase de que "todo puede ser peor", pues si uno ya tenía dudas de alguien con esto termina de enterrarlo. Y con rabia, porque uno no fue capaz de ahorrarse el mal rato.

Qué lata toparse con gente tan penca en la vida... Pero la lata mayor es que uno no aprenda. Es algo en lo que definitivamente debo poner más atención, pero por suerte, lo puedo mejorar :)

1 opinólogos:

elalcaravan dijo...

lo que ocurre es que a veces no queremos mirar lo que no queremos ver y hacemos vista gorda, pero cuando se sabe que algo no resultó generalmente es así aunque se trate de buscar las 5 patas al gato