Sobre dejar los dolores y las lucecitas

miércoles, 4 de mayo de 2016
Durante muchos años me preguntaba por qué me quedaba "pegada" con mis ex (suena como si tuviese una colección, jajaja) pero vamos a usar esa denominación para todos esos amores, correspondidos o no y también para aquellos medios-amores. A veces pensaba por qué X no me había valorado, por qué no estaba conmigo, por qué las cosas fueron como fueron y me preguntaba "y si....?" imaginando otros finales para cada historia. Me pasaba hasta hace poco, y fue tan pero TAN maravilloso darme cuenta que ya no me pasa!!! Y me puse a tratar de entender por qué.

Esto del amor incondicional es una forma de vida sencillamente preciosa. No abarca solamente la parte de pareja sino el amor en toda su dimensión, y al permitirme amar sin condiciones me liberé de todos los rencores y dolores del pasado. Eso era lo que me mantenía atada y no me dejaba avanzar. El miedo a estar sola, el dolor de "haber perdido" o haber fracasado. Y esos sentimientos ya no están más. Se fueron, los saqué y los desterré for ever, pues no tienen permiso para entrar ya en mi vida. Perdoné a quien me hizo daño y me perdoné a mí misma por hacerlo a quienes estuvieron cerca de mí, y así, sin darme cuenta un día desperté y ese "peso" del pasado no existía. Imagino que debe ser como alguien que ha debido usar muletas para caminar durante años y de pronto se sana y puede caminar solo y echar a correr con completa libertad. QUÉ SENSACIÓN MÁS MAGNIFICA!!!

Y con ese mismo corazón llenito de amor me permito escribir algo que me hizo llorar de alegría. Tuve la oportunidad de ayudar a una persona a quien quiero mucho en un minuto difícil de su vida y eso ya era suficiente para mí, sin embargo cuando me dice que así como Leíto es una lucecita en mi camino yo era una lucecita en la suya simplemente me llegó al alma y me hizo cosquillas en los ojos, y aparecieron unas gotitas locas que se escaparon de los lagrimales y se fueron bailando lentamente hasta perderse en mi cuello. ¿Cómo podría no haberle tendido la mano, si la vida ha sido tan buena conmigo en estos meses? Es más, la ayudé tal como años atrás alguien también me ofreció su mano en un momento duro. No he hecho nada tan extraordinario... simplemente estuve ahí para ella, y me alegra.

Por último, no quiero dejar pasar la linda experiencia de no esperar nada. Así tal cual... sin esperar nada cuando recibes ese detalle extra (bien sea una caricia, una palabra o hasta una mirada extra) el mundo se vuelve más hermoso, tan hermoso que sólo mirar el cielo y respirar profundo -sí, incluso en una ciudad llena de smog- te carga de energía y te hace feliz.

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