Hoy me puse a pensar (sí, vale, a veces me ocurre...) y me di cuenta que los hombres son como los zapatos.
La idea partió cuando la Karla se estaba vistiendo para ir a un matrimonio y andaba con unos zapatos sin taco, tonces le digo "Ponte algo con taco para que luzca el vestido... Te presto unos?"
Y me mira haciendo una mueca respondiendo "No gracias, no quiero ir con tacos.. no me gustan.."
- Son de taco bajito.. -mientras sacaba dos pares de mi clóset- toma
- No puedooo!!! - dijo mientras le tambaleaban las piernas- no puedo equilibrarme con este taco taan finoooo...
- Pero si son bajitos, Karla, es fácil!
- Porque tú estás acostumbrada.....
Y ahí vino la idea... Uno siempre anda buscando zapatos para que combinen con la ropa que trae, que es nuestro mundo. Hay veces que uno ve unos zapatos preciosos en la tienda y como anda apurada se los prueba un minuto y los compra. Te combinan perfecto con la ropa, y sales y se ven preciosos y algunas de tus amigas te lo hacen saber y hasta te envidian, pero te aprietan... y te duele caminar... Nadie se da cuenta de lo mucho que sufres, y lo único que quieres hacer es llegar a casa y sacártelos y tirarlos lejos.
Otros no se ven tan lindos, pero te los pruebas y se sienten genial... cómodos, espectaculares... O también ocurre cuando ves a los zapatos que quisiste toda tu vida y te das cuenta que alguien ya se llevó el modelo que querías y no hay más disponibles. Es triste, porque sales pensando que ya nunca encontrarás un par como aquél... pero por suerte las mujeres somos mujeres, y seguro que en otra vitrina volveremos a ver otro parcito que nos guste.
Mi mamá me está llamando para ser la nana de mi abuela por un rato, y no quiero iiirrrrrr.....
pero lo peor es que me cortó la inspiración. Argg........
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