Estos últimos días me he puesto a pensar en la facilidad que tienen algunas personas para usar ciertas palabras, o puede que yo esté siendo muy cuática, pero siempre trato de ser súper cuidadosa con las cosas que digo, sobretodo en el ámbito sentimental.
Hace poco tiempo me sorprendía la soltura de cuerpo con que mi ex -antes de un mes de estar saliendo- me llamaba "amorcito" o cuando pasadas un par de semanas me dijo que "se estaba enamorando (de mí)", para terminar diciéndome que en realidad pensaba que yo estaba demasiado enganchada y él no... (pobre, no cachó una!). Dado el ejemplo anterior, es lógico que uno desconfíe cuando alguien usa tan pronto un "amor" o un "te quiero", no? Aclaro que mi desconfianza no nació por esta situación en particular, sino que viene de mucho antes. Pero es que mi parte racional no entiende cómo una persona que te conoce un día ya por la noche te dice "amor" o "te adoro"... casi me incomoda, sobretodo porque de mi boca no sale ni siquiera algo remotamente similar.
He llegado a pensar que realmente soy súper fría y que en la pega tienen razón cuando me dicen que no tengo corazón, pero ¿acaso no es peor sólo dejarse llevar por un impulso pasajero y luego tener que desdecirse de las palabras empleadas? Me da la idea de que sí...
Por eso, tal como me dijeron hoy en una conversación, más que guiarse por las palabras uno debe hacerlo por las acciones del otro, finalmente eso habla por sí solo.
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