Un poco monga

jueves, 30 de diciembre de 2010
Quizá se debe al final de año, o a que mi obsesión de controlarlo todo se ve frustrada cuando las cosas no resultan como yo quiero. El novio viajó anoche al sur con su familia y yo esperaba celebrar el cambio de año con él... Y sí, confieso que ayer tenía mucha pena. No sé si era porque él no iba a estar conmigo o simplemente porque no quería sentirme sola nuevamente. Independientemente de eso, los planes deberán ser modificados y considerando que tengo permiso para beberme una copa de espumoso es probable que no sienta tanta pena gracias a las burbujitas ;)

Hoy tengo el asado de despedida en mi oficina. Ayer incluso estaba pensando en no ir y simplemente acostarme sobre la alfombra del departamento de mi amiga (que hoy empiezo a cuidar) con una copa de buen vino blanco en la mano y con Lady Gata (la mascota) por única compañía. Ah, y de fondo música tipo corta venas, para hacer el loco pero bien en serio! Suerte que hoy se me pasó un poco la mongolidad y me dieron ganas de ir a compartir. Total, en el peor de los casos igual puedo recurrir a la alfombra y la copa de vino, jajaja.

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