Acoso Sexual

viernes, 15 de diciembre de 2006
Es la guinda de la torta del 2006. Aunque este año aún no termina, así que mejor cierro la boca, no sea cosa que haya más guindas.....

En fin, estuve desaparecida un tiempo porque ocurrieron varias cosas:

Una de ellas fue que me cambié de trabajo. Gracias a mi amiguis Marco comencé a trabajar el 1ero de dic. en otro Call, ubicado en providencia. Yo estaba super contenta! Mejores lucas, mejores horarios, y mejores jefes, aunque extrañaba obviamente a la Mak y al Cristhoper sobretodo, ah, y tb al maldito gusano oligosito del Rafa.

El punto es que comencé ese viernes, el día lunes siguiente me conecté y comencé a vender, me empezó a ir super bien!! Hasta que llegó el lunes 11/12/06.

Para hacer el cuento corto, me llevaba super bien con mi (ahora) ex-jefe, era un gallo bien simpático e inteligente, super jugado por sus ejecutivos.... hasta que se jugó mucho conmigo y se trató de pasar de listo en la hora de almuerzo, cuando en ese instante estaba solamente yo en la oficina, y llegó él como a saludarme... bbrrr..... En fin, no daré los detalles, pero por suerte no me pasó nada grave, aparte de quedar media tiritona, y aburrir no sé cuánto rato a Jaime que me contestó su teléfono, mientras caminaba casi gritando de histeria.

Así que el martes hice gimnasia burocrática en la inspección del trabajo, hasta las 14:00 hrs, y al día siguiente presenté mi renuncia por acoso sexual. ¿por qué no puse la denuncia y seguí trabajando? Porque no tengo ganas de volver a verle la cara a ese viejo cochino unca más en mi vida, y porque un trabajo no es más importante que mi sanidad mental y mi tranquilidad.

Uffff......... por ahora eso. Voy a dejar los dedos cruzados para que de acá a fin de año no aparezcan más guindas pa' la torta llamada Vitalia, jajajaja.

1 opinólogos:

Anónimo dijo...

Viti, las compensaciones vienen y van cada día en nuestra vida. Se dice que mientras más triste o mientras más cosas malas te oasen, más llegarás a valorar cuando lleguen las cosas buenas y más sentirás su alegría. Es cierto que los malos momentos apestan, pero los buenos... valen la pena. Hang on baby! (post data: jamás me aburriré de escucharte)