Hoy podría hablar de muchas cosas, como de mi nuevo trabajo, del carrete en la casa de la Maka, del último libro que leí (mu weno, lo comentaré luego).... qué se yo. Pero será un post distinto.
Un día como hoy, hace mucho tiempo (parece cuento de hadas, jajaja... y no fue hace tanto tiempo. Corrijo:) Un día como hoy, hace unos años atrás, nació una de las personas más lindas que conozco. Se trata de mi muy querido amigo Jaime (Nuñez).
Una vez, en una conversación que mantuvimos, de sus propias palabras pude encontrar una forma de definirlo: íntegro. Sí, él es un hombre íntegro (y lo admiro profundamente por ello, y bueno, por otras muchas virtudes también). Y por lo menos yo no conozco a otra persona que pueda definir de la misma forma (obviamente ni yo misma, jajaja). Jaime es de esas personas que te hace mantener la esperanza, que te hace sentir que el mundo no es tan gris como uno piensa, y que vale la pena seguir acá porque puedes encontrar en tu camino gente como él, que con una llamada, un mail o una sonrisa te alegra el día.
Simplemente él es un regalo... un regalo para el alma. Cuando estoy de mal humor o triste lo escucho y me tranquilizo, su voz es tan suave como la música que calma a las bestias salvajes en las películas (y bueno, sí, cuando ando de malas creo que soy peor que una salvaje, jajaja).
Y a pesar que ahora anda de vacaciones y probablemente de guatita al sol (bueno, no a esta hora, pues son las 1.18am) no quería dejar pasar este día sin saludarlo, y desearle lo mejor que podría desearle a alguien como él: Que sea FELIZ. Leí hace poco en un libro que cuando uno decide realmente con el corazón, éste no se equivoca... escúchalo siempre Jaime, y te aseguro que no te vas a equivocar.
Te quiero un trillón + 1... Sé feliz amigo.
Un beso inmenso y un abrazo a la distancia.
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